A cimentar su Estatus
El instinto de sobrevivir lo llevó al boxeo y ahora Antonio Margarito está en el umbral de su nueva etapa que empieza ante el invicto estadounidense Paul Williams el 14 de julio en el Centro Home Depot, en Carson, California donde expondrá su título mundial de peso welter de la AMB por quinta ocasión en la pelea estelar de la función "Orgullo y Castigo"
MIAMI, Florida (EFE) .- Como Leónidas, rey de Esparta y comandante de las tropas griegas en la batalla de las Termópilas, Antonio Margarito no afrontaba un buen augurio al inicio de su carrera.
No obstante, el boxeador mexicano ha luchado para cimentar su estatus como uno de los pugilistas más exitosos del momento.
A los 15 años debutó como profesional con una victoria sobre José Trujillo, en Tijuana (México). Un boxeador profesional adolescente no es algo extraño en México, donde el boxeo se convierte en una oportunidad real de alejar la pobreza.
"Tuve que convertirme en boxeador profesional siendo muy joven porque no tuve alternativa. Era difícil pactar los combates pero era muy pobre y necesitaba el dinero", comentó Antonio Margarito en una entrevista previa a su combate ante Joshua Clottey el 2 de diciembre de 2006.
Para entender lo arduo que ha sido el camino de Margarito es necesario examinar su palmarés como boxeador profesional.
Por regla general, los grandes campeones, antes de alcanzar sus coronas, suelen presentar marcas intachables.
Oscar de la Hoya tenía una marca perfecta de 11 victorias, sin derrotas, al momento de pelear por su primer título. Julio César Chávez, leyenda viviente del boxeo mexicano y el boxeador más admirado por Margarito, sufrió su primera derrota tras 89 victorias.
Margarito, en cambio, a los 18 años y luego de doce combates presentaba un récord poco impresionante de 9 victorias y tres derrotas. Buen momento para cambiar de carrera.
Sin embargo, el joven púgil nacido en California nunca dudó de sus habilidades e hilvanó una racha de 21 victorias consecutivas que incluyeron su primer título y tres defensas exitosas del mismo.
Aparte de los puños, Margarito también ha librado batallas emocionales. El 23 de octubre de 1999, a menos de 24 horas de que su hermano mayor Manuel fuera asesinado, el púgil mexicano debía enfrentarse a Buck Smith, un veterano de más de cien combates.
Tras cinco asaltos, Margarito salió airoso al poner fuera de combate al experimentado boxeador estadounidense.
El campeón wélter de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) ha tenido que enfrentarse a otros boxeadores fuera del cuadrilátero.
En marzo pasado, Margarito tuvo que resolver un pleito legal presentado por la compañía Goosen Tutor Promotions, que defendía su derecho a presentar la pelea entre el mexicano y estadounidense Paul Williams, primer retador de la OMB.
Luego de amenazas de demandas y contrademandas, ambas partes llegaron a un acuerdo de presentar el combate Margarito-Williams el 14 de julio próximo.
La pelea es fundamental para las aspiraciones monetarias de Margarito. De ganarle al invicto peleador estadounidense, el siguiente combate sería contra el puertorriqueño Miguel Cotto, campeón wélter de la Asociación Mundial de Boxeo y que le reportaría millones de dólares: una frontera no alcanzada por Margarito.
De acuerdo al testarudo Rod Tidwell, interpretado por Cuba Gooding Jr. en la cinta Jerry Maguire, un atleta profesional tiene varios estándares para medir si ha alcanzado el verdadero éxito. Uno de ellos es el aspecto económico, que se mide en dólares y en la calidad de los patrocinadores.
Margarito está en el umbral del éxito al ser la figura principal de la más reciente campaña publicitaria de la bebida atlética Gatorade, que también cuenta con figuras de la talla de Derek Jeter y Michael Jordan.
"Estoy muy orgulloso de protagonizar este comercial, en el que presentan mi carrera desde el principio. Es un orgullo para cualquier atleta ser parte de esto", dijo a la agencia noticiosa española EFE Margarito.
"También es una gran responsabilidad, ya que muchos niños me verán como un modelo a seguir", añade el campeón mexicano.
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