martes, 26 de junio de 2007

Castillo: Ni un segundo más


No tiene que pensarlo, el sábado en Las Vegas terminó su carrera

Por David Faitelson
Archivo

MÉXICO, D.F. (ESPNdeportes.com).-
José Luis Castillo sufrió una dura derrota que dice que tomará dos meses para analizar su carrera. La realidad es que puede tomarse 3 meses, 6 meses, 10, 20, 30 ó 40 años. Su carrera terminó el sábado en Las Vegas.
El valiente boxeador mexicano terminó en la lona, adolorido y apenado por un poderoso golpe del inglés Ricky Hatton, quien irónicamente había utilizado la medicina más famosa del pugilismo azteca -un gancho al hígado- para acabar con Castillo en el cuarto episodio.
No hay nada más que analizar o pensar. Castillo, cerca de los 34 años, fue superado por un rival más rápido, más fuerte, más técnico y más joven. Los mejores días del nativo de Mexicali pasaron a la historia. Se quedaron en sus valerosas batallas ante Floyd Mayweather, Diego Corrales y Juan Lazcano. Se perdieron en su frenética lucha contra la báscula.

La pelea se desarrollo como la mayor parte de los expertos suponían. En el terreno del poder de Hatton y lejos de los ganchos amenazantes de Castillo. Superado en velocidad y en puntería, el plan mental del mexicano radicaba en soportar como sea los primeros episodios para tratar de aprovechar, sobre el final de la pelea, un hipotético descenso en las condiciones físicas del británico.
Todo se descompone cuando peleas hacia el futuro. En el boxeo no hay nada por adelantado. Todo se palpa, se siente y sufre mientras el segundero del round avanza lenta y dramáticamente. Castillo encogió los brazos, cerro los ojos y apretó la quijada. El sabía que no había remedio para el golpe que penetro por debajo de su costillar derecho.
"No sientes las piernas", cuentan los viejos boxeadores sobre el efecto del gancho al hígado. "No hay remedio. Si logras recuperarte para ponerte de pie, lo más seguro es que la golpiza sea mayor", concluye la explicación.
Castillo está para pensar en el retiro, pero dicen que sus cuentas bancarias no andan del todo bien y que ello podría provocar que extienda su carrera de 17 años en los encordados. "Lo voy a pensar bien".
Para Hatton, en cambio, parece abrirse todo un horizonte de grandes posibilidades. La idea de retar a su compatriota Júnior Witter -el campeón welter júnior del CMB- no parece entusiasmarlo demasiado. Él sabe que esa combinación seria atractiva y rica sólo en el Reino Unido. Hatton también esta pensando a futuro y lo hace con la posibilidad de que le extiendan un cheque con varios dígitos de por medio.
Desde hace algunos meses y sin que nadie se lo pregunte, ha insistido en que el estilo de Floyd Mayweather Jr le parece aburrido.
Si Hatton afirma que el mejor boxeador del planeta no es capaz de provocar espectáculo y suspiros de los aficionados, es que quiere medirse con él. Y a los promotores la idea de un duelo entre un norteamericano y un ingles les llama mucho la atención sobre todo por la fiesta y la pasión --inusual en el mundo del boxeo-- que es capaz de generar.
Hatton, sin embargo, no es el único que persigue los dólares y la fama que pueden significar el propinarle su primera derrota a Mayweather. Tras el "fracaso" de Oscar de la Hoya, otros boxeadores como el puertorriqueño Miguel Cotto y el mexicano Antonio Margarito se han apuntado en esa "lista".
El problema es que Mayweather suele escoger a sus rivales. Y tras la exhibición de Hatton del sábado puede que entre a una lista, "de vetados". Aunque, el dinero, sólo los dólares marcan las leyes de este brutal mundo del boxeo.
Castillo debe retirarse ya. Si no tiene dinero, tiene que buscar otra forma de ganarse la vida. Un segundo más en el ring puede significar muchas cosas.

  • David Faitelson es uno de los reporteros deportivos más reconocidos en México y ha colaborado con medios como TV Azteca, diarios como Excelsior y El Heraldo, y estaciones de radio como Acir, y Radio Red. David es reportero y comentarista de ESPN. Consulta su archivo de columnas.

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