Que decepcionante exhibición brindó el pasado viernes 22 de junio el prospecto mexicano Julio César García ante el veterano desconocido Troy Browning al perder por decisión mayoritaria en Miami, Florida.
García es considerado por los especialistas como un futuro campeón mundial en la división de peso super welter, pero ahora su reputación se ha caído casi por completo y va tener problemas para volver a ganar adeptos entre el público y la prensa.
De acuerdo a Dan Rafael (Espn Boxing) la pelea es hasta el momento la SORPRESA DEL AÑO en el mundo del boxeo, porque era un pleito que García debió haber ganado facilmente y por nocaut en los primeros rounds para impresionar a los aficionados y abrirle el camino en más funciones de boxeo transmitidas en Estados Unidos.
Su presentación en Miami fue bochornosa, dio pena ajena verlo pasado de peso, lento, sin energía y sin el deseo de querer ganar ante un rival de menor estatura, más ligero y que estaba semiretirado.
El "Baby Face" García subió pesando 71 kilos, por mucho el mayor peso de su carrera y la diferencia era notable ante Browning, quien subió con un peso dentro de los límites de la división de super welter al marcar 69.47 kilos.
Ahora, a los 20 años de edad, Julio César García tendrá que replantear su futuro, ver qué planes tiene para él Roberto "Mano de Piedra" Durán, su promotor, y enfrentar a rivales de calidad que respalden su marca de 40-3-0 y 33 KO's que tiene hasta el mometo en 5 años de carrera profesional.
García es, o era, junto a Julio César Chávez Jr. y Michael Medina la joven generación de talentosos prospectos mexicanos peleando en peso welter y superwelter que aspiran a ganar un título mundial a mediano plazo.
Ahora habrá que ver si evoluciona de "Baby Face" a HOMBRE arriba del ring.
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