La pelea entre Óscar de la Hoya y Manny Pacquiao es la más esperada del año y podría romper récords en venta de abonados de pago por evento. Pacquiao parece llegar con cierta ventaja sobre De La Hoya.
Eso es lo que me ha pasado los últimos días simulando ‘El Combate de Ensueño’ con el título Fight Night Round 3 (para Xbox 360).
Este ‘ejercicio’ en ninguna ocasión ha pasado del quinto round y el saldo es bastante parejo, aunque debo señalar que el ‘Pacman’ filipino lleva una ligera ventaja de seis victorias en diez partidas simuladas, además luce destructor.
De La Hoya se ha caracterizado por venir de atrás emparejar la pelea en el tercer o cuarto round e imponer su mayor estatura, mejor trazo de los golpes y el gancho de izquierda a la mandíbula.
Ha resultado emocionante y, debo decirlo, lleno de acción, rostros desfigurados, sangre y nocauts.
Pero en la vida real, será hasta el 6 de diciembre cuando conozcamos el resultado de esta pelea que va encaminada a convertirse en la más vendida de la historia y a destrozar todos los récords en venta de pago por evento y apuestas.
Tomando en cuenta las actuaciones recientes de ambos y el factor edad, creo que Pacquiao terminará ganado por nocaut durante el último tercio de la pelea, o por lo menos mediante una cerrada decisión unánime.
Han pasado ya cinco años desde que el carismático Golden Boy vivió su mejor época en el boxeo como peleador activo, porque como empresario parece el Rey Midas en este negocio.
La pelea se realizará en peso superwelter (66.63 kilógramos), una división mucho más cómoda para el veterano De La Hoya, quien no va tener problemas para marcar esa cifra en la báscula, e incluso Pacquiao tampoco porque hasta esta semana pesaba 68.4 kilos.
La clave es ¿a qué peleador va afectarle más pelear con este peso en esta etapa de su carrera?
De la Hoya registró esa cifra por última vez cuando aplastó al canadiense Arturo Gatti en cinco rounds, un peleador que parece la versión más cercana de Pacquiao con guardia derecha, pero en entonces el mexicoamericano tenía 28 años de edad.
Pacquiao, oficialmente tiene que subir 5.5 kilos, de peso lígero a superwelter, sin embargo cuenta con 29 años de edad y es considerado como el boxeador que más duro pega en todo el boxeo, además crea un caos con su velocidad que sólo él controla que termina por lastimar a sus rivales.
Otro punto es, ¿quién de los dos va contar con mejor masa muscular y energía el día de la pelea?
Aquí me parece que De La Hoya tiene cierta ventaja; es un peso en el que entre 1997 y 2001 realizó doce peleas, once disputando un título mundial, y terminó con marca de 10-2-0 y 6 nocauts.
Pacquiao podría perder un poco de movilidad y de velocidad peleando cerca de la barrera de los 70 kilos, y si así pasa entonces la gran oportunidad de victoria va ser para el experimentado De La Hoya, quien por cierto, es un boxeador zurdo convertido a derecho, por eso siempre ha tenido éxito manejando los golpes de poder con su mano izquierda; éste es otro punto a su favor pues sabe cómo boxear y fajarse contra peleadores de guardia siniestra.
Un último comentario que quiero hacerle es que si tiene la oportunidad de ver esta pelea, véala y diviértase, no haga caso de las críticas que la califican como un circo o una ofensa para el boxeo. Más bien creo que deberíamos estar agradecidos porque dos grandes del boxeo se pusieron de acuerdo para darle a sus fans y a este deporte un espectáculo único en su tipo.
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