AP
Una buena trilogía necesita drama, y Gatti (izq.) y Ward sabían cómo hacerlo
Una victoria por lado. Y ahora, el desempate. Los terceros choques decisivos han sido una parte importante de la historia del boxeo durante mucho tiempo, una pelea hecha para disipar la duda sobre la supremacía de uno u otro boxeador luego de que ambos se derrotaran mutuamente. Tenemos una pelea de ese tipo este sábado cuando Israel Vázquez se enfrente a Rafael Márquez. Aquí les ofrecemos diez otros notables combates decisivos.
10. Arturo Gatti-Micky Ward
La primera pelea entre Arturo Gatti y Micky Ward en el Mohegan Sun el 18 de mayo de 2002 fue tan intensamente excitante que los siguientes episodios nunca pudieron igualarla a pesar de ser ambos excelentes combates.
Gatti, derribado por ganchos de izquierda al cuerpo y casi noqueado en el noveno asalto, resurgió para anotar más golpes que Ward en el 10° asalto de un impresionante encuentro inicial. La decisión dividida a favor de Ward podría haber ido para cualquier lado. No hubo duda de quién ganó las otras dos peleas, ambas escenificadas en el Boardwalk Hall de Atlantic City (decisiones unánimes para Gatti en ambos casos). El favorito de Jersey City derribó a Ward en la segunda pelea, pero tuvo que levantarse de la lona para ganar el choque decisivo, el cual fue el único combate entre esta excelente pareja de wélter juniors en la cual el boxeador que anotó la caída terminó perdiendo la pelea.
9. Michael Carbajal-Humberto González
Solamente la primera pelea entre los campeones de las 108 libras Michael Carbajal y Humberto "Chiquita" González realmente estuvo a la altura de las expectativas. Fue el choque emocionante que todos esperaban ver. Carbajal sobrevivió a dos caídas para noquear a González en el séptimo asalto de un maravilloso combate en el Las Vegas Hilton, el 13 de marzo de 1993. El ambidiestro González cambió de zurdo a derecho y nuevamente a zurdo, combatió agresivamente, con poder y presión, y fue atrapado por un golpe sorpresa en su camino hacia la victoria.
En sus otras dos peleas, en Los Ángeles y Ciudad de México, González cambió a una estrategia astuta de contragolpe, tal como se lo indicó su entrenador Ignacio Beristain, para alzarse con dos triunfos por puntos ante el duro pegador de Phoenix, Arizona.
8. Riddick Bowe-Evander Holyfield
Muy pocos dudan que la primera pelea entre Riddick Bowe y Evander Holyfield en el Thomas & Mack Center de Las Vegas el 13 de noviembre de 1992 haya sido la mejor de la trilogía: una batalla sangrienta que tuvo a Holyfield, más pequeño que su rival, lastimado en el 10° y derribado en el 11°, pero que continuó en el toma y dame hasta el amargo final.
La revancha en el Caesars Palace, un año más tarde, tuvo el famoso incidente del "hombre del ventilador", cuando un buscador de la fama con un aparato propulsor atado a su espalda se lanzó hacia la platea e interrumpió el combate. Luego de una interrupción de 21 minutos, el combate se reanudó y Holyfield se adjudicó una decisión mayoritaria.
El tercer pleito, en el Caesars Palace el 4 de noviembre de 1995, tuvo sus momentos excitantes, como cuando Bowe sobrevivió una durísima caída en el 6° asalto para noquear a Holyfield en el 8° en un choque de ex campeones.
7. Muhammad Ali-Ken Norton
Las tres peleas entre Muhammad Ali y Ken Norton fueron muy cerradas. Aunque Norton perdió la serie 2 a 1, fue él quien anotó la victoria más clara al romperle la mandíbula a Ali en una sorpresiva victoria por decisión en San Diego el 31 de marzo de 1973.
Ali terminó el combate con fuerza para lograr una decisión dividida en la revancha, en el Inglewood Forum de Los Angeles el 10 de septiembre del mismo año.
La tercera pelea, en el Yankee Stadium el 28 de septiembre de 1976, fue el único combate de la serie con un campeonato en juego, y Ali se alzó con una controvertida decisión unánime. Norton fue el agresor y el pegador más duro, pero Ali anotó con jabs y combinaciones. Harry Carpenter, de la BBC, le informó al público luego de 14 asaltos que "Norton está muy, muy por adelante en las tarjetas, no hay duda de eso". Luego del campanazo final, Carpenter afirmó: "Tenemos un nuevo campeón de peso pesado". El referí y los dos jueces, sin embargo, tenían a Alí como el ganador, con lo justo.
6. Floyd Patterson-Ingemar Johansson
Floyd Patterson, derribado siete veces en el tercer asalto de su primera pelea de campeonato ante Ingemar Johansson, en el Yankee Stadium el 29 de junio de 1959, entrenó con dedicación de monje para la revancha. Obtuvo una sensacional venganza con una victoria por nocaut en el 5° asalto en los Polo Grounds de New York el 20 de junio de 1960.
El choque de desempate en Miami Beach, el 13 de marzo de 1961, no logró capturar la imaginación del mismo modo en que lo hicieran los dos primeros pleitos, pero Arthur Daley del
New York Timesla describió como "por mucho, la mejor pelea de su serie anual". Patterson caypo dos veces, y Johansson una, en el salvaje asalto inicial. En el 6° Patterson derribó a Johansson con dos hachazos sucesivos de derecha. Johansson se levantó demasiado tarde como para superar la cuenta de protección, aunque en las palabras del reportero Jack Fiske del
San Francisco Chronicle, el púgil sueco "protestó fervientemente y afirmó estar listo para continuar".
5. Emile Griffith-Benny Paret
Las series de campeonato entre Emile Griffith y Benny "Kid" Paret terminaron en tragedia luego de dos choques muy parejos. Griffith ganó el primer encuentro por nocaut en el asalto 13, el 1 de abril de 1961 en Miami Beach, pero Paret se alzó con una decisión dividida en la revancha en el Madison Square Garden, el 30 de septiembre de ese mismo año.
Los insultos proferidos por Paret en el pesaje a menudo son señalados como la causa del inusualmente violento ataque de Griffith en el 12° asalto del encuentro decisivo en el Madison Square Garden, el 24 de marzo de 1962.
Paret, arrinconado, fue apabullado por una sucesión de poderosas derechas mientras el referí Ruby Goldstein observaba casi transfigurado. Paret nunca recobró el conocimiento y falleció en un hospital 10 días después.
4. Barney Ross-Jimmy McLarnin
Barney Ross y Jimmy McLarnin tuvieron una candente serie de tres peleas por el título wélter en Nueva York en la década de 1930. Los primeros dos combates resultaron en decisiones divididas, pero Ross ganó el desempate por decisión unánime.
Cada combate atrajo un enorme interés, en parte debido a la rivalidad étnica implícita en el choque, ya que el judío Ross, de Chicago, enfrentó a un irlandés que había ya derrotado a célebres boxeadores judíos como Louis "Kid" Kaplan, Sid Terris, Ruby Goldstein, Al Singer, y un tristemente envejecido Benny Leonard.
Ross le arrebató la victoria tras superar unos tormentosos rounds intermedios por parte de McLarnin para terminar con fuerza en su primer encuentro en el Madison Square Garden Bowl, Long Island, el 28 de mayo de 1934.
McLarnin dio vuelta a las cosas en la revancha, nuevamente en el Long Island Bowl, pero los periodistas de ringside estuvieron divididos.
La tercera pelea, en los Polo Grounds, vio cómo Ross se alzaba con una decisión unánime, pero aún así Jack Miley escribió en el
New York Daily News que "ese resultado estuvo más pegado que Clark Gable y Claudette Colbert en una escena final de película romántica".
3. Marco Antonio Barrera-Erik Morales
Las tres peleas entre los rivales mexicanos Marco Antonio Barrera y Erik Morales tuvieron lugar en Las Vegas en tres categorías diferentes: súper gallo, pluma y súper pluma.
Cada vez que se enfrentaron la decisión fue muy disputada, pero especialmente lo fue el fallo dividido a favor de Morales en la primera pelea en el Mandalay Bay Resort Casino el 19 de febrero de 2000.
La revancha, el 22 de junio de 2002 en el MGM Grand, vio a Barrera anotarse una decisión unánime, pero no a todos les gustó el estilo cuidadoso en contragolpe que usó en la primera mitad de la pelea. Aunque el choque de desempate del 27 de noviembre de 2004 en el MGM Grand tuvo a Barrera como ganador apenas por poco una decisión mayoritaria en las tarjetas, probablemente hizo su mejor actuación de toda la serie, tal como lo reporté en su momento desde el ringside para
Boxing Monthly: "Morales, no se equivoquen, fue el boxeador que más sufrió en lo que verdaderamente puede ser llamado una épica batalla de 12 asaltos entre dos de los más grandes boxeadores mexicanos de tiempos recientes".
2. Tony Zale-Rocky Graziano
Los historiadores de boxeo consideran que las primeras dos peleas de título mundial en el peso mediano entre Tony Zale y Rocky Graziano han estado entre las mejores de la historia. Cada uno de ellos se anotó una victoria por nocaut en el sexto asalto.
En su primer encuentro en el Yankee Stadium, el 27 de septiembre de 1947, Graziano, el duro pegador del barrio oeste de Nueva York, era el favorito en las apuestas ante el campeón defensor Zale, de mayor edad, que había ganado seis combates luego de cuatro años de servicio en la Marina de Guerra. Ambos boxeadores visitaron las lonas en los primeros dos asaltos, pero Zale desgastó a Graziano con golpes al cuerpo.
La revancha en el Chicago Stadium, el 16 de julio de 1947, fue igualmente dramática y conmovedora. Graziano, con un corte sobre su ojo izquierdo, su ojo derecho hinchado y cerrándose, remontó para apabullar a Zale en el sexto en lo que el
New York Times describió como una "atronadora lluvia de derechas violentas e izquierdas a la cabeza, el rostro y la quijada".
Quizás inevitablemente, el choque de desempate el 10 de junio de 1948 en Newark, Nueva Jersey, probó ser anticlimático. Zale acabó a Graziano en el tercer asalto, como si Rocky hubiese gastado toda su energía en las dos primeras guerras.
1. Muhammad Ali-Joe Frazier
La feroz rivalidad entre Muhammad Alí y Smokin' Joe Frazier comenzó y continuó en el Madison Square Garden, y finalizó en las Filipinas. En el muy esperado encuentro inicial, el 8 de marzo de 1971, fue Frazier quien sufrió el mayor castigo aun cuando supo abrirse camino hacia una extraordinaria victoria. La revancha, el 28 de enero de 1974, sin un título en juego, fue de algún modo una desilusión, una pelea táctica en lugar de ser verdaderamente excitante. Ali amarró y golpeó en tandas para alzarse con una decisión.
Irónicamente el tercer encuentro, celebrado el 1 de octubre de 1975 en el "Thrilla in Manila", en el cual ambos combatientes estaban ya en declive, produjo la más gloriosa pelea de la serie en cuanto a la acción del toma y dame. Frazier apenas podía ver a través de sus ojos golpeados e hinchados cuando su entrenador, Eddie Futch, lo obligó a retirarse al final del 14° asalto. El legendario columnista del
New York Times, Red Smith, dijo: "Ha sido una serie que ambos púgiles pueden recordar con orgullo, porque ha sido el orgullo el motor para ambos".
Graham Houston es el editor de Boxing Monthly en EE.UU. y escribe para FightWriter.com.
Vea el artículo original en inglés:
http://sports.espn.go.com/sports/boxing/news/story?id=3267229
No hay comentarios:
Publicar un comentario