viernes, 3 de agosto de 2007

Es Hora del Round 8

Rafael Márquez e Israel Vázquez se volverán a ver


Más de lo bueno

Israel Vázquez está listo para presentar una pelea llena de acción contra Rafael Márquez, en la revancha de su gran combate en marzo

Por Dan Rafael
ESPN.com

"Lo que es seguro es que la gente presenciará de una muy buena pelea, dos guerreros sobre el ring", dijo Rafael Márquez, campeón mundial de peso pluma, quien enfrenta a Israel Vázquez en un desquite en el Dodge Arena de Hidalgo, Texas, el sábado por la noche (por Showtime en Estados Unidos, Tv Azteca transmitirá la función a partir de las 8pm tiempo de Sonora).

Vázquez también está listo para presentar una palea llena de acción.

"El público paga para ver una pelea ya sea en vivo o por televisión, y es de suma importancia que brinde todo en cada uno de los rounds. Me quiero asegurar de dar todo por el público", dijo Vázquez.

De seguro lo hicieron por el público el 3 de marzo en Carson, California, sede de su memorable pelea.

Durante siete intensos rounds, Márquez y Vázquez presentaron un despliegue de coraje y habilidad en un emocionante combate hasta que Márquez, ex campeón de peso gallo, finalmente reclamó el título de peso pluma junior al obligar a Vázquez a abandonar en el séptimo round con una nariz quebrada que apenas le permitía respirar.

Márquez, quien había subido de 53.45 a 55.3 kilos con el propósito de desafiar a Vázquez, le había quebrado la nariz a este último en el primer round. Vázquez, sin embargo, aterrizo un poderoso gancho izquierdo que dejó a Márquez en el suelo y casi lo noqueó en el tercer round. Aunque inestable, Márquez (37-7, 33 nocauts) se recuperó y comenzó a acaparar la pelea, y Vázquez (41-4, 30 nocauts), quien había tragado sangre desde el primer round no pudo continuar después del séptimo.

Ahora, tan sólo cinco meses más tarde, la herida de Vázquez ha sanado e intentarán retomar la acción adonde la dejaron cuando se encuentren en la revancha. Se espera que sea otra noche excitante en mundo de las peleas.

"Quien vio o escuchó algo sobre esa pelea sabe que fue más que buena", afirmó Gary Shaw, promotor de Márquez, el sábado en Showtime será el capitulo dos. Showtime lo quiere llamar Round Ocho. La pelea fue para la gente y ahora estos dos grandes peleadores lo harán otra vez".

El programa también incluye a Celestino Caballero de Panamá (26-2, 18 nocauts), quien defenderá por segunda vez su versión del título en 122 libras en contra del mexicano Jorge Lacierva (32-6-6, 22 nocauts). El ganador obviamente será el próximo oponente del ganador de la pelea más importante de la noche.

Vázquez, quien tiene 29 años, dijo que ya está recuperado y que solamente piensa en recuperar su título que en este momento está en manos de su compatriota.

"Fue muy difícil para mí pelear esa noche con la nariz quebrada, fue duro", dijo Vázquez. "No podía respirar. Fue una noche complicada y una derrota difícil. En este momento me siento bien. Mi nariz está bien. Estoy preparado para volver y recuperar el título".

Su nariz ya estaba destrozada al principio de la primera pelea. El orificio nasal izquierdo de Vázquez quedó completamente cerrado después del golpe que le quebró la nariz. El orificio nasal derecho sólo le permitía respirar un diez por ciento de lo normal. Respirar por la boca también fue arduo, debido a la sangre que tragaba.

La lesión, dijo Vázquez, le permitió pelear al 50 por ciento de su habilidad y eso hizo que perdiera concentración. Dijo que el dolor comenzó apenas fue golpeado en la nariz en el primer round, y que el dolor se fue intensificando en el segundo round y hasta el fin de la pelea.

"No me pude concentrar una vez que empecé a sentir las molestias", dijo. "Luego esa molestia se transformó en dolor. El dolor fue verdaderamente intenso. Y al sentir el dolor en la nariz no pude dar todo de mí. No me concentré demasiado. No pude dar los golpes que quería".

"Siento que mi plan falló, fui arrebatado de mi plan. Pero esta vez creo que las cosas van a ser distintas. Estoy listo y en buenas condiciones. Los doctores me dieron un buen diagnóstico".

Vázquez insiste en que su nariz está bien y que el único momento en que piensa en la lesión es cuando se le pregunta acerca de su condición.

"No me preocupa para nada. No hay necesidad de preocuparse", dijo Vázquez. "Los resultados y el diagnóstico del doctor han sido alentadores. Gracias a Dios no fue una condición peligrosa. He podido seguir peleando. Las cosas están saliendo bien. De hecho, de no ser por la gente que para a preguntarme como me siento, me hubiera olvidado del problema".

Están aquellos que creen que la lesión de Vázquez no puede haber sanado tan rápido. Uno de ellos es Freddie Roach, quien no está entrenando a Vázquez para la pelea porque siente que Vázquez no debería haber tomado la pelea tan temprano tras la primera pelea con Márquez y a causa del castigo que absorbió en sus últimas dos peleas.

Rudy Pérez, conocido por su trabajo como entrenador de Marco Antonio Barrera, ha tomado el puesto en la esquina de Vázquez.

"Quiero mucho a Israel Vázquez", dijo Roach. "Le deseo lo mejor. Pero me preocupo por el. Está empezando a manchar su palabra. Yo no quería formar parte de esta pelea".

Márquez, el hermano menor del campeón de los livianos junior Juan Manuel Márquez, respeta a Vázquez por haber peleado la cantidad de tiempo que peleó con una lesión tan brutal. Dijo que notó su respiración pesada tras el knockdown de tercer round.

"Cuando me levanté, noté que estaba teniendo problemas para respirar", dijo Márquez, de 32 años de edad. "Pero no dejé que me afecte. Podría haber detenido la pelea antes, pero decidió llegar hasta el séptimo round. No podía seguir, pero mostró que estaba lastimado en el primer round y de todas maneras siguió hasta el séptimo".

Cinco meses más tarde, es hora del Round 8.


Dan Rafael es analista de boxeo para ESPN.com. Cubrió las peleas de mayor envergadura en los últimos cinco años para el diario USA Today, incluidos combates con púgiles de la talla de Oscar de la Hoya, Félix Trinidad, Lennox Lewis, Mike Tyson y Bernard Hopkins, entre otros. Consulta su archivo de columnas.

Vea la columna orignal en Internet:
http://espndeportes.espn.go.com/news/story?id=583339&s=box&type=column

LA VENGANZA

De izquierda a derecha: Rafael Márquez, Jorge Lacierva, Israel Vázquez y Celestino Caballero

Rafael e Israel confían en sus puños

Por Alfredo Jaime Gómez

MCALLEN, Texas (Esto).- Los capitalinos Rafael Márquez, campeón supergallo del Consejo Mundial de Boxeo, e Israel Vázquez esperan explotar sus puños en su inminente batalla en la función "La Venganza", a desarrollarse el sábado en la Dodge Arena de Hidalgo, Texas, que tiene capacidad para 6 mil almas.

Márquez y Vázquez ofrecieron esta tarde una conferencia de prensa en el lobby del local donde se ventilará su pelea, y con ello quedaron listos para saldar el último obstáculo: la báscula, este viernes, a las 13 horas.

En el mismo acto estuvieron el larguirucho panameño Celestino "Pelenchín" Caballero, monarca de las 122 libras de la Asociación, y su retador mexicano afincado en Atlanta, Jorge Lacierva, quienes se medirán en la misma cartelera.

El promotor Gary Shaw dirigió la conferencia. De inició dio un mensaje a la gente que padece cáncer: "No dejen que ese mal los mate, háganse los exámenes médicos. Yo superé esa enfermedad".

A Márquez, Vázquez y "Pelenchín" los presentó como "los tres mejores campeones del mundo, en su división".

Israel en su turno al micrófono dijo:


"Como ya lo he dicho, vengo con todo apoyado por una tremenda preparación. No
defraudaré a las personas que creen en mí", y lanzó una invitación a la afición:
"Vayan a la Arena porque verán una gran riña".


Márquez expresó:


"Estoy seguro de que Israel y yo daremos excelente espectáculo y el público
quedará contento con nuestro desempeño. Me he alistado muy bien y buscaré salir
avante por nocaut; si no se da ganaré por puntos".


"Pelenchín" sostuvo:


"Es grande para mí participar en una velada grande. Por primera vez pelearé en
Texas y será contra un mexicano, que son los que abren el mercado en Estados
Unidos. Demostraré que en Panamá hay buenos púgiles, como lo fue Roberto Durán;
me agrada el estilo de Jorge y lo derrotaré".


Lacierva puntualizó:


"Caballero me aventaja considerablemente en estatura, pero la experiencia estará
de mi lado, ya que me he enfrentado a rivales duros y Celestino no ha combatido
con nadie".

Luis Escalona representó al señor José Sulaimán, presidente del CMB.

A nombre de Ring Magazine, Shaw le entregó a Márquez un cinturón, "por ser el mejor campeón de las 122 libras (para esa revista)".

Frank Espinoza, quien estuvo acompañado por su hijo del mismo nombre, apuntó que el pleito entre Rafael y su representado Israel "es la clásica pelea de dos guerreros del ring. Vázquez va por el cinto que Márquez le arrebató en marzo, en Carson, California".

Nacho Beristáin, manejador de Rafa, puntualizó que "nosotros esperamos un duelo igual que el primero. Israel pega fuerte, aguanta castigo. Muy probablemente la contienda llegue al límite de los 12 episodios. Conozco a Rudy Pérez (actual preparador de Vázquez) y es reservado, no es dado a buscar encuentros violentos".

El agarrón de Márquez-Vázquez subirá al cuadrilátero a las nueve de la noche y a las ocho comenzará la reyerta Caballero-Lacierva.

McAllen y el Distrito Federal tienen el mismo horario. El cartel será transmitido, en Estados Unidos, por Showtime. TV Azteca llevará las acciones a México.

El resto de la velada quedó así: a 6 en 135 libras, Jorge "Maromerito" Páez-Jaime Orrantia; en superwelter, Alfredo "Perro" Angulo-Taronze Washington; en liviano, Juan Castañeda-Derrick Moon, y a 4 en gallo, José Salazar-Gabriel Rangel.

En esta ciudad el calor está tremendo. La temperatura llega a 40 grados centígrados y el aire es abrasador.

Vea la nota original en Internet:
http://www.notifight.com/artman2/publish/Reporte_7/marquezVazquez_y_grupo.php

Quiere Ser Más Grande que su Padre


Les adelanto el artículo que presenta a Julio César Chávez Jr. en la página de HBO Boxing en inglés, en un momento más lo traduzco para todos ustedes. Se los recomiendo.
LITTLE JULIO TRIES TO MAKE IT BIG

Every young Mexican fighter's dream is one day to become Julio Cesar Chavez. Even if you already are Julio Cesar Chavez.

By Ron Borges

"I want to be greater than my father," the 20-year-old eldest son of Mexico's greatest prize fighter says. It is a powerful statement but a complicated dream.

Sharing his name with a father who is also a boxing legend compounds the difficulty of ever surpassing the three-time world champion because while the genes may be helpful in his personal quest, the expensive jeans the father bought his children with his sweat and blood means the younger Julio cannot possibly feel the obsessive weight of poverty from which nearly every great boxer has sprung, including his father.

In fact, the undefeated (32-0-1, 25 KO) junior middleweight prospect was never inclined to enter the ring until someone suggested to the then 16-year-old that he give it a try one day while he was working out at a gym in his hometown of Culiacan. It was, to that point, a thought that had barely crossed his mind.

"I can't say I dreamed about it or thought about it much," Chavez, Jr. admitted. "I used to go to the gym with my father and mess around but I never thought about boxing. One day I'm working out and somebody asked me, 'When do you want to make your pro debut?' That's when we first talked about it. My Dad was against it but I promised I would train hard."

Young Chavez's grandmother had opposed his father becoming a fighter as well, only relenting after he promised to try it only for 10 fights and see where it led. When it led to 10 victories he asked for 10 more fights. He got them and things worked out pretty well after that. Not surprisingly, the Father applied the same formula to the Son.

Although the elder Chavez never told him, the son understood from the start the situation he was in.

"He never actually gave me the ultimatum," Chavez, Jr. said. "I read it. I saw him say it on TV. He always said, 'Ten fights. If he doesn't have it, I'll stop it.' After the 10th fight he didn't tell me, 'Stop!' So I figured I was okay. I figured that was the go-ahead."

Chavez understands he's gone ahead of many young prospects on the strength of his name and his father's resume as much as by virtue of his own talent. In combination those things have led him to an opportunity to avenge a blotch on the family name when he stopped Grover Wiley, who upset his father in the final fight of his career at a time when he was not even a shadow of the legend he once had been.

Yet none of young Chavez's connections not the entrèe provided by his father's reputation can bruise another man or knock him Down. They cannot slow another man's advances, nor blocks his punches nor stem the flow of one's own blood. Most of all, they don't help him walk up the loneliest three steps in sports, steps that lead to a place where your background and your family name can do little for you. There, trapped inside the ropes, Julio Cesar Chavez, Jr. is on his own, left only with his fists, his mind and his courage to defend himself from another man's fully legalized assaults.

There are advantages, of course, to being the son of the greatest fighter in Mexico's long boxing history but they all slip away once the first bell sounds. Then the son stands alone. Which is what he likes about boxing.

"I know a lot of people are watching my fights because of my name," Chavez, Jr. said. "There are a lot of expectations. I feel the pressure of them sometimes but my name has also opened a lot of doors for me. It's a two-way street.

"I know there are people jealous about the opportunities I've had but my father fought to give us a better life. He has given me great opportunities, but the important thing is for me to do something with them.

"I have friends who ask me 'What are you doing getting hit?' but I love it. Boxing is a family tradition. It's important to us and it's something I think I'm good at. I hope to make a name for myself."

To make a name for yourself when the one you carry is so heavy is no simple task but young Chavez will continue that potentially painful process at the All State Arena in Chicago when he faces Brown (15-2, 10 KO) in what was supposed to be a tune-up before taking on the aging but still dangerous and determined Arturo Gatti at Boardwalk Hall in Atlantic City in November. However, since Gatti, who was favored to win his fight against an even more determined Alfonso Gomez on July 14th, lost by TKO, Chavez's performance on August 4th may be even more important now in determining his next fight.

Brown's two loses have come in two of his last four fights, both ones in which he tried to step up in caliber of opponent only to be knocked back. He was stopped first by Cesar Bazan and two fights later by Dmitryi Salita, a young prospect like Chavez who has not yet been fully tested. Now this will be Chavez's first full exposure on HBO, having been limited to highlights in the past, a fact has made clear to him that things are changing.

Chavez understands he is closing in on his own moment just as he understands he has chosen a hard road to glory in some respects because, like his father, he never boxed as an amateur. He did engage in two exhibitions when he was 12 and 13 but they were more horseplay than a training ground. Instead he played baseball and chose not to become a part of Mexico's amateur network.

Instead he was often in the gym, watching his father not only in the big arenas on fight night but also in the hard places, the grimy gymnasiums where a boxer's real work is done. So long before he began to fight himself, young Chavez at least had some understanding of what this life he has chosen was even though, like most sons, he didn't really understand who his father was.

"When we were young we saw all the attention our father got but we never really understood how big it really was until we got older," Chavez, Jr. recalled. "Now I feel the weight of the Chavez name on my shoulders."

Those shoulders are not broad like his Dad's. At 5-11, he is taller and lankier than his father, who at 5-7 was stout and prone to walk in and apply constant pressure. His son advocates the same pressure tactics but he can use the twin advantages of his height and long arms to launch much of it from further away, thus doing damage in a different fashion from the reletless inside fighting that made his father a feared body puncher.

That was a style that worked for the first Julio Cesar Chavez. For the original. But for this Chavez the approach has to be different because he is different. He is the son, not the father.

"I grew up watching him," Chavez, Jr. said. "I learned a lot from him. There are some similarities in our styles but there are a lot of differences too. Sizewise I'm taller and I try to use that. He didn't have that advantage. He was better on the inside than I am.

"Neither one of us boxed as an amateur. At the time I started I felt I really didn't need to do it. The amateur programs in Mexico really aren't so good and I didn't want to do it, but looking back now I think it was a mistake. It would have been a help to have that experience."

That lack of amateur breeding never hurt his father, of course, and it hasn't seemed to slow down his oldest son yet either. Promoted by Bob Arum, the long-time rival of Chavez's long-time promoter, Don King, the son has already headlined a show in El Paso, when he stepped in against previously undefeated Jermaine White (14-1) and stopped him in four rounds a year ago, as well as having fought on the undercard of major televised fights in Las Vegas and New York.

His name has been on fight cards headlined by Floyd Mayweather, Jr., Miguel Cotto, Antonio Margarito and Zab Judah and he's already avenged the only blemish on his record - a draw a year ago against Carlos Molina (8-1-1) in which he heard the crowd's boos for the first time.
Fighting on the Cotto-Manuel Gomez card last year, Chavez won a close, majority decision (58-56, 58-56, 57-57) over Molina in the rematch after feeling for the first time the pressure of facing someone he knew was on the same level.

When his father was building his resume and learning his trade, no larger forces were pushing him along faster than his experience could handle. There was not the long shadow of another Chavez to cope with. To date the son has been in the same situation but with each victory pressure mounts for him to do more - for him to rush too fast to try and surpass his father.

It is an extra minefield young Chavez must navigate carefully for there is a time to be tested but until you are proven in a way he has not yet been allowed to do, no one can be sure you are ready for the kind of examination of both your heart and your head that someone like Gatti would have provided.

"I get asked all the time when I'm going to fight for a world title," the 21-year-old Chavez, Jr. said. "If you really look at my Dad's career, he didn't get his first title fight until his 44th fight. He was 22 when he won the WBC super featherweight title (in 1984). So in a couple more years I should be ready to fight for a title like that, too. I still have a lot to learn.

"When I started there was always doubt in my mind whether I could do it or not. I was insecure because I didn't have any amateur background. I didn't tell anybody but I wasn't sure of myself at first."

Now 32 fights into his own career, Julio Cesar Chavez, Jr. is sure of one thing. He's sure of what he wants and how difficult it will be to attain.

"Nobody wants just to be a world champion," Chavez, Jr. said.

"You want to be great. I want to be greater than my father. I know that will be very difficult but I'd like very much to do it."

His father would very much like to see him do it as well but he knows better than his son that there is much pain between now and that day. Pain and sweat and dark nights of doubt when nothing comes easy. It was that way for the first Chavez. It will be for the second, as well.

"Even though I'm proud it hurts me to see him in the ring," the original
Julio Cesar Chavez admitted recently. "It's a difficult sport. A very difficult profession."
That's true no matter what your name is.
Vea en Internet el artículo original:

Érik Morales, listo para el pesaje


Le Espera un Manjar

Por José Luis Camarillo
camarillo@notifight.com

CHICAGO, Illinois (Notifight).- Una imagen distinta presenta Érik Morales, aparentemente liberado del ogro del peso, al subir a peso ligero, su cuarta división distinta en los estratos de campeonatos del mundo.

La ceremonia del pesaje está programada para las 3 de la tarde de este viernes y, contrariamente a lo que él ha venido padeciendo desde hace años, esta vez la espera de muy buena gana, con todo y que revela: "Voy a meterme un ratito al vapor, para poder comer mejor".

El triple campeón del Consejo Mundial de Boxeo recibió en su habitación la visita de su amigo, el empresario naviero filipino Herminio Esguerra, quien posee además cientos de caballos de carreras en aquel país, en el que Morales goza de enorme popularidad.

Es obvio que lo quieren mucho más porque luego de vencer a Manny Pacquiao, cayó dos veces bajo los puños del héroe de Las Filipinas.

"Entre sus (caballos) pura sangre, Herminio escogió a uno, nuevecito, al que le puso 'El Terrible'", dice Érik, quien pidió a Osvaldo Alvarado (auxiliar de entrenador) que abriera una caja de cartón. Ésta contenía, tal como el famoso púgil lo advirtió, mango deshidratado hecho en Filipinas.

El apoderado Fernando Beltrán tomó una bolsa, la compartió y, tal como adelantó el mismo apoderado, son deliciosos.

Érik dijo que luego de dar el peso se dará un atracón de ese manjar. Morales es tan popular en aquella nación, que fue muy bien remunerado por un comercial de la cerveza local, San Miguel.
Eran casi las 6 pm del jueves, cuando Érik y su equipo, encabezado por José "Olivaritos" Damián, se dirigió a un gimnasio local, "para un ligero entrenamiento", y de ahí, "a comer rico".

El Terrible Apuesta su Futuro

David Díaz y Erik Morales se ven las caras el sábado

La victoria o el retiro


Erik "Terrible" Morales tiene el mayor reto de su carrera el sábado ante David Díaz y quiere ganar su cuarta corona mundial en una cuarta división diferente para hacer historia

CHICAGO, Illinois (AP).- Nadie necesita recordarle al mexicano Erik Morales que lleva una racha de tres derrotas y que su último triunfo fue hace más de dos años.

Para los que están decididos a enviarlo al retiro, tiene un mensaje: No se irá sin pelear. Y tiene un gran combate el sábado por la noche.

El "Terrible" Morales (48-5, 34 nocauts) intentará convertirse en el primer mexicano en ganar campeonatos mundiales en cuatro categorías cuando desafíe a David Díaz de Chicago (32-1-1, 17 nocauts) por el título ligero del CMB en el Allstate Arena en los suburbios de Rosemont, Illinois.

Morales, de 30 años, dijo que si gana disputará un combate más en la ciudad de Tijuana, México, donde nació y comenzó su carrera. ¿Y si pierde?

"Finito", afirmó el miércoles.

Los dos púgiles tienen algo que demostrar.

Díaz, en su primera defensa del título, no le quitó el cinturón a un campeón. En lugar de ello, noqueó al mexicano José Armando Santa Cruz en el décimo asalto de una pelea que estaba perdiendo en agosto pasado para convertirse en el retador obligatorio del título.

Díaz, de 31 años, obtuvo el cinturón cuando el CMB se lo quitó al cubano Joel Casamayor.

"Erik ha dicho que se va a ir a su casa como campeón", dijo Díaz, que ganará 350.000 dólares por la pelea. "No es posible".

Morales quiere mostrar que aún le queda suficiente pólvora para derrotar a los mejores, incluyendo a Díaz, y dijo sentir que aún puede hacerlo.

En las peleas previas al combate principal, Julio César Chávez hijo (32-0-1, 25) enfrentará a Louis Brown (15-2, 10) en los pesos super welter. Ulises Solís (24-1-2, 18) defenderá el título minimosca de la FIB frente a Rodel Mayol (23-1, 18), y Juan Manuel López (18-0, 16) será el defensor del campeonato supergallo por la OMB ante Hugo Dianzo (31-11-1).




Un Retiro Muy Corto


El "Pretty Boy" no resistió la tentación de enfrentar a Hatton

Floyd Mayweather saldrá de sus cortas vacaciones para enfrentar a Ricky Hatton en las 147 libras el 8 de diciembre, en Las Vegas, Nevada en lo que promete ser una de las peleas más interesantes de fin de año


LONDRES, Inglaterra (AP).- Los invictos Ricky Hatton y Floyd Mayweather Jr. han acordado enfrentarse el 8 de diciembre en Las Vegas, anunció el miércoles el padre y preparador de Hatton.

Ray Hatton dijo que ambas partes ya firmaron los contratos para el combate, que se realizaría en el MGM Grand. Añadió que los detalles serán anunciados pronto por la empresa promotora estadounidense Golden Boy Promotions.

"El contrato satisface lo que queríamos y ya firmamos", dijo Ray Hatton. "Sólo estamos esperando a que se haga oficial la fecha y sede".

"Nuestros abogados nos informaron que la gente de Mayweather también firmó. Estamos felices con el acuerdo. La bolsa de Ricky es la más grande de su carrera.

El preparador de Hatton, Billy Graham, también confirmó que hay luz verde para la pelea.

"Lo he dicho desde hace tiempo. Ricky es el mejor peleador, libra por libra, que ha dado Gran Bretaña", indicó Graham". "Cuando derrote a Mayweather, todos estarán de acuerdo conmigo".

Hatton, de 28 años, tiene foja de 43-0 con 31 nocauts. Mayweather exhibe récord de 38-0 con 24 combates definidos antes del límite.

Hatton subirá de peso para enfrentar a Mayweather, quien en mayo pasado conquistó el cetro superwelter del CMB al vencer por decisión de los jueces a Oscar De La Hoya.

El británico se alzó en junio con la diadema junior welter de la OIB con su victoria por nocaut ante el mexicano José Luis Castillo.

Vea la nota original en Internet:
http://espndeportes.espn.go.com/news/story?id=582499&s=box&type=story

Le Duele, pero gana



Golpes bajos que duelen

El argentino Luis Lazarte fue descalificado en el décimo round y el mexicano Edgar Sosa retuvo su corona minimosca del CMB

CANCÚN, Quintana Roo (EFE).-El campeón mexicano Edgar Sosa conservó el cinturón de peso minimosca del Consejo Mundial de Boxeo ante la descalificación de su rival argentino Luis Lazarte por golpes bajos en combate disputado en Cancún.

Lazarte fue descalificado por el árbitro panameño Héctor Afú en el décimo episodio del combate disputado el pasado sábado en Cancún luego de mostrar su contrariedad porque le restaron tres puntos por darle golpes bajos al campeón mexicano.

El argentino fue castigado dos veces con la resta de un punto por darle golpes bajos al mexicano, y en la segunda amonestación, expresó su desacuerdo con el árbitro panameño, quien decretó la descalificación y la derrota.

La descalificación de Lazarte le permitió revalidar al mexicano su condición de campeón mundial de peso minimosca del Consejo y ahora tiene una marca de 33 combates, con 28 victorias de las cuales 14 son por k.o, con cinco derrotas.

Lazarte perdió por cuarta ocasión en la disputa de un título y de paso sufrió la octava derrota de su carrera, para dejar su palmarés en 37 ganados, 17 por k.o. con ocho derrotas y un empate en 46 combates profesionales.