José Morales revela que le ha vuelto el hambre de triunfo a su hijo de 35 años, quien expondrá el sábado por primera vez la corona en la Reliant Arena de Houston, Texas, ante el joven estadounidense de 24 años e invicto Danny García.
"Olivaritos", quien podría convertirse a mediano plazo en el primer padre de tres monarcas del orbe —Érik y Diego ya lo lograron y ahora va por el camino correcto Iván, de 20 años, quien presume marca de 16-0—, dice que el "Terrible" que regresó al ring en marzo de 2010 no es el mismo que había "colgado" los guantes en agosto de 2007, tras ligar cuatro derrotas.
"Érik ahora es un boxeador maduro y creo que el tiempo que se retiró le ayudó mucho, eso le hizo ver ciertos errores que estaba cometiendo, y más en disciplina; esto lo que hacía antes, en las últimas peleas antes de irse. Está de vuelta, como cuando era un peleador de cuatro rounds, tiene todas las ganas.
"Ahora se porta como niño bueno, como cuando era un amateur. Nunca ha fumado, pero antes se iba de fiesta, y ahora duerme bien, descansa. Regresó el hijo obediente, centrado. Antes era rezongón y ahora le digo algo y lo hace", puntualizó el jefe de la familia Morales.
Los planes del "Terrible" (52-7, 36 KO's), el único púgil que le ha ganado a Manny Pacquiao en casi 13 años, van para largo. José revela que su hijo quiere enfrentar todavía a grandes rivales.
"Érik todavía quiere grandes planes, está como si arrancara su carrera. Le han vuelto las ilusiones y eso sí, sabemos que todo esto será hasta que le responda su cuerpo, la naturaleza no perdona ni espera. Le ha vuelto el hambre y el buen comportamiento", añadió.
Fuente: http://www.cancha.com/aplicacioneslibre/articulo/default.aspx?id=55405&md5=d47d4c016726314242d345200b6554c2&ta=b3849913c10ee04e761e11add1750758&fg=dc849be4484234d93311356e6babdf54
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