viernes, 22 de junio de 2007

Guerrero Curtido

“Estoy a todísima madre”: JL Castillo

Por José Luis Camarillo
camarillo@notifight.com


LAS VEGAS, Nevada (Notifight).-
Motiva escuchar la seguridad de José Luis Castillo. Contrariamente a lo pensado, la que todo mundo califica como la pelea más dura y decisiva de su carrera, el sábado contra el tremendo inglés Ricky Hatton, representa para él una real oportunidad de demostrar que todavía tiene hambre, igual que cuando era un novato.
"El hambre no se había ido. Sucede que en Temoaya (cerca del Centro Ceremonial Otomí) era la misma rutina y decidí que era necesario un cambio", dice. La plática es en su suite, la 2307 del lujoso Hotel Wynn.
La amplitud y el aire acondicionado hacen olvidar los más de 40 grados centígrados del otro lado de los amplios ventanales, que proporcionan como vista el campo de golf de 18 hoyos, con una pequeña cascada, propiedad del mismo casino.
"En Tijuana, prosigue, entreno con más ganas de triunfar, me hizo muy bien haber regresado con don Rómulo Quirarte. Me siento pleno, tanto como hombre como boxeador, me siento más maduro, con los pies en la tierra".
José Luis afirma estar motivado como en los días en que iba a debutar.
No deja Castillo de reprochar, con buenas maneras, a este entrevistador, por haber sido severo la ocasión en que no pudo dar el peso ligero por segunda vez consecutiva para una actuación (la segunda y la tercera contra Diego Corrales). Se queja de que lo taché de irresponsable.

"La tercera pelea contra Corrales yo no la quería hacer -aclara-; yo ya no quería pelear en ligero, pero mi empresa me insistió: 'es la última en 135 libras'. Todo mundo sabe lo duro que trabajé; casi no comía, y al final el cuerpo no me respondió".

El doble ex monarca universal liviano revela que para aquel combate, el cual nunca se realizó al cancelar Corrales la pelea porque el mexicano no bajó de 139 libras, "me metí una hora al sauna. En mi puta vida había estado tanto tiempo (en el vapor)".
Con ello, queda al descubierto que no fue el único culpable de aquel problema que le ha costado pagar medio millón de dólares en multas tan sólo a la Comisión de Nevada y una demanda judicial que se mantiene en una corte de Nueva York, por ocho millones de "verdes". José Luis me pregunta con ironía: "¿Crees que yo tenía ganas de que me pasara todo eso? Añade que, de perder esa demanda, "el dinero sería para la viuda y los hijos de Corrales".
Rómulo Quirarte interviene: "El rival más duro de todo boxeador definitivamente es el peso; entrenan y se preocupan más por ello que por el rival".
Ahora que combatirá con el güero inglés Hatton, en defensa de su corona internacional superligera del CMB, su rostro se mira hidratado. Sus labios ya no están resecos. Su mirada es profunda y denota seguridad.

"En 140 libras me siento en plenitud; no tengo problemas con la báscula", acota. "Pensé en irme a 147, pero creo que daría mucha ventaja; aquí estoy a todísima madre".

Choque de trenes
-¿Cómo vislumbras tu encuentro con Hatton, quien tiene 40-0, 30 nocauts, y ha sido campeón mundial superligero de la FIB y welter de la AMB?
Este guerrero curtido por una carrera de 55 combates ganados, 47 por nocaut, 7 tropiezos y un empate, y además imbuido por la confianza que le da haberse medido con fieras como el difunto Corrales (en dos ocasiones), Julio Díaz, Joel Casamayor, Juan Lazcano, y Floyd Mayweather (dos veces), termina por invitar a Hatton a pararse a pelear.
"Ojalá que sea un choque de trenes, como tú señalas. Ojalá se presten los estilos. Contra Juan Urango, Hatton tiraba dos o tres golpes y abrazaba; pegaba dos o tres veces y entraba el réferi; si es así, la pelea va a ser muy aburrida, no va a ser lucida. A él le gusta mucho estar en clinch, golpear en la nuca, con los codos. Pero si sale como cuando le ganó a Kostya Tszyu, todos verán un muy buen combate".


Apuestas Favorecen a Hatton
Las apuestas están casi 2 a 1 a favor de Hatton, de 28 años. El británico aparece "menos 180", lo que indica que hay que arriesgar esa cantidad en dólares a sus puños para ganar 100, en caso de que triunfe. Castillo está "más 160" y da esa ganancia por cada 100 puestos a sus manos, si sale airoso.
"Siempre ha sido así, se han equivocado los expertos conmigo y casi a todos les he ganado".
Don Rómulo recordó que el "Jíbaro" Pérez estaba abajo 30-1 ó 40-1 y terminó por destronar al colombiano Miguel "Happy" Lora como rey gallo del CMB, en 1988 en Las Vegas.


Hatton no es más Fuerte
No cree Castillo que Hatton sea más fuerte. "Yo estoy en mi división. A lo mejor resulto más fuerte y él se va a sorprender porque no me conoce. El no es un noqueador contundente, pero tiene muchas victorias antes del límite por tanto que abruma, y los consiguió contra europeos, que son muy diferentes a los boxeadores de América. A Tszyu lo desesperó y el ruso se frustró y no quiso seguir peleando; Tszyu no pensó que Hatton fuera tan complicado".
El sonorense de 33 años no espera que haya nocaut, misma opinión que guardan los hacedores de apuestas.
"Creo que se va a los 12 asaltos", establece José Luis. "A él le gusta estar mucho tiempo en clinch y así no se meten golpes fuertes; de acabar antes, sería por alguna cortada". A nueva pregunta, señala: "No voy a permitir que el primer round sea de estudio, voy a salir a partírsela de volada".


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